Un encuentro no esperado en una estación de trenes desata una pelea silenciosa, en medio de este conflicto descubriremos un comportamiento genético al que debemos prestarle mucha atención en nuestro desarrollo de líderes. Disfruta la siguiente Llamada de Poder.

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El Paquete de Galletas
En una ocasión llega una señora muy elegante a la estación de trenes Estación Central en Santiago de Chile. Va hasta la ventanilla a comprar un boleto rumbo al Sur, pero le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en salir. 
Un poco fastidiada, la señora entra en una pequeña tienda y compra el periódico del día, un paquete de galletas y una botella de agua para soportar la espera.
 
Se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea el periódico, un joven se sienta a su lado y comienza a leer una revista.
 
De repente, la señora ve por el rabillo del ojo, como el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano y agarra el paquete de galletas. Lo abre y después de sacar una galleta comienza a comérsela sin ninguna vergüenza.
 
La mujer estaba indignada. No quería ser grosera, pero tampoco a quería que la tomaran por tonta; así que, con gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta que exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente.
 
El joven sonrie… y toma otra galleta. La señora resopló en señal de protesta, tomó una nueva galleta y con ostensibles señales de fastidio se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.
 
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido. Finalmente, la señora se da cuenta que en el paquete quedaba sólo una galleta. la última galleta.
 
«No podrá ser tan caradura«, piensa ella, y se queda como congelada mirando al joven y a la galleta que quedaba. 
 
Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y la parte por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.
 
– Gracias! – dice la mujer tomando con rudeza la media galletita. 
 
– De nada – contesta el joven sonriendo dulcemente mientras come su mitad. 
 
En ese instante el tren llegó. La señora furiosa se levantó con sus cosas y subió al tren. Al arrancar, desde el vagón veía al muchacho todavía sentado en el banco del andén y dejó escapar una palabra en voz alta: «Insolente»
De la ira que tenía sentía la boca reseca. Así que abrió la cartera para sacar la botella de agua y se sorprende al encontrar en su bolso, su paquete de galletas… !Intacto! ¡Cerrado!. Sólo entonces percibió lo equivocada que estaba. Habí­a olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolso!


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Así es, la señora había cometido un error, un error que probablemente todos hemos cometido más de una vez, a este error se le conoce como «Prejuzgar» 


Prejuzgar significa «emitir un juicio anticipadamente», antes de conocer todos los detalles. La ciencia nos dice que el acto de prejuzgar es genético en ser humano, pero como todo comportamiento es posible modificarlo, es decir, podemos cambiarlo.


¿Por qué prejuzgar es algo que debes evitar si estás desarrollando tu liderazgo? porque no te permite relacionarte sanamente con las personas, ni potenciar sus talentos. ¿Logras imaginarte lo distinta que hubiese sido la historia si la señora hubiese sabido que no eran sus galletas? De seguro que la conversación con el joven hubiese sido muy agradable.


Ahora en la atención al público, también comentemos mucho este error. Calculamos si la persona puede o no comprar algo cuando la vemos entrar a nuestro establecimiento prejuzgando su apariencia y le brindamos una atención deficiente porque ya hemos decidido que no van a comprar nada… Alguien recuerda a Julia Robert en Pretty Woman «Mujer Bonita»?


Prejuzgamos el libro por su portada, la película por su afiche, el auto por su carrocería y el celular por su tamaño.


A trabajar entonces en evitar el pre-juicio y a recuerdar las palabras del escritor y filósofo francés Voltaire «los prejuicios son la razón de los tontos«


Eso es todo por hoy, se despide su amigo Juan Carlos Cano.


Chao, chao

About Juan Carlos Cano

Juan Carlos Cano U. (1979) nació en Venezuela y ha tenido la fortuna de vivir en Venezuela, Colombia y Chile. Durante varios años fue docente de cientos de estudiantes de primaria, secundaria y de varias universidades de Colombia. Ha trabajado de la mano con miles de empresarios impartiendo temas de liderazgo, trabajo en equipo y finanzas personales. Su carrera como asesor de empresas y organizaciones la ha desarrollado en varios países de Latinoamérica. En el 2018 escribe su primer libro "Despertar Sin Deudas" que en solo una semana se posiciona en la lista de Bestseller de Amazon en Estados Unidos, España y México. En su ejercicio de más de 15 años como asesor de organizaciones y empresas en varios países ve con dolor como gran parte de las personas con quien interactua presentan serios problemas financieros, por ello decide escribir "Despertar Sin Deudas" y entregar al público en general una guía precisa y sencilla para salir del endeudamiento. Si tienes alguna pregunta para Juan Carlos puedes escribirle a director@despertarsindeudas.com

One Response to “EL PAQUETE DE GALLETAS”

  1. Jonathan

    Buenas tardes, Don Juan Carlos muchisims gracias por esta anécdota, efectivamente esto sucede a diario, he incluso nos sucede como cliente y como vendedores, cuántas veces no entra ese señor que según nuestra opinión no tiene pinta de querer comprar, y Chan!!! nos compra una importe suma, todos quedamos sorprendidos y `diciendo quizás debí darle una mejor atención para que vuelva a comprar en el futuro, ante esto creo que la fidelización de Clientes no solo es para clientes que comprar en su primera visita, sino tambien para aquellos que visitan nuestros negocios y que en el futuro podrían concretar compras con nosotros…

    saludos!!! y nuevamente muchas gracias.

    Responder

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