En múltiples momentos de la vida sentimos que no avanzamos, que nuestros esfuerzos no dan frutos, que por más que lo intentamos parecemos patinar en un solo punto o peor aún retroceder en nuestro camino. Veamos una historia que trata sobre esos momento de la vida.

Si deseas escuchar esta historia usa el siguiente reproductor.

Historia sugerida por nuestro amigo Jerónimo Rojas de Ecuador y adaptada del libro Sembrando Esperanza 3 del sacerdote chileno Dennis Doren.

Rodrigo estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto cuando un taxista se acercó. Lo primero que notó fue que el taxi estaba limpio y brillante, el chofer bien vestido con una camisa blanca corbata negra y pantalones negros muy bien planchados. El taxista salió del auto dio la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi, luego le pasó a Rodrigo un cartón, un cartón plastificado, y le dijo:

—Hola Yo soy Willy su chofer, mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi misión.

Después de sentarse Rodrigo leyó la tarjeta y decía:

«Misión de Willy: hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera más rápida segura y económica posible, brindándole un ambiente amigable»

Rodrigo quedó impactado, especialmente cuando se dio cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, limpio sin ninguna mancha. Willy subió al taxi y le preguntó

—¿Le gustaría un café? tengo unos termos con café regular y descafeinado.

Rodrigo bromeando le dijo —No, sabes qué, prefiero un refresco bien frío.

Willy sonrío y le dijo —No hay problema, tengo una hielera con refresco de cola regular y dietética, tengo agua y jugo de naranja.

Rodrigo con cara de asombro y casi tartamudeando le dijo —ehhhh, tomaré… tomaré la cola dietética.

Pasándole la bebida Willy le dijo —Sí usted desea algo para leer también tengo el periódico del día o esas revistas que están acá que son de esta semana, o si prefiere puedo sintonizar la radio en su estación favorita. Y como si esto no fuera demasiado, Willy le dijo que tenía el aire acondicionado prendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él. También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él o si lo prefería, lo dejaría solo en sus meditaciones. Rodrigo estaba completamente asombrado y le preguntó —Dime Willy, ¿siempre has atendido a tus clientes así?

Willy sonrío a través del espejo retrovisor y respondió —No no, no siempre. De hecho solamente los dos últimos años. Mis primeros cinco años manejando los gaste quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día leí un libro llamado «Tú lo obtendrás cuando creas en ello» del doctor Wayne Dyer. En el libro decía que si tú te levantas en la mañana esperando tener un mal día seguro que lo tendrías y que muy rara vez no se cumplía esto.

El doctor Dyer decía «deja de quejarte, se diferente de tu competencia, no seas un pato, sé un águila. Los patos sólo hacen ruido y se quejan las águilas se elevan por encima del grupo»

Eso que leí me llegó aquí, en medio de los ojos. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire alrededor a los otros taxis y sus choferes, los taxis estaban sucios, los choferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos, entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien hice más cambios.

— Oye Willy, pero se nota que te ha funcionado —le dijo Rodrigo.

— Sí, Seguro que sí, mi primer año de águila duplique mis ingresos con respecto al año anterior y este año posiblemente los cuadruplique. Usualmente no estoy en la parada de taxis, mis clientes hacen reservaciones a través de mi celular.

Willy era fenomenal, estaba haciendo un servicio de una limusina en un taxi normal. Willy el taxista tomó una diferente alternativa, él decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del grupo como las águilas.

 

***********

 

No nos digamos mentiras, a todos Nos gustaría poder viajar en el taxi de Willy porque una atención como esa todos queremos tenerla. Willy es un águila, pero nosotros ¿en qué grupo estamos? o mejor ¿en qué grupo te gustaría estar? ¿Quieres ser pato y quejarte de todo, de la situación, de los procesos, de tus clientes, de tus jefaturas? o ¿quiere ser águila y estar por encima de la bulla, de las quejas, de los chismes? Sin importar cuál sea nuestro cargo actual podemos seguir el ejemplo de Willy y comenzar con un cambio a la vez. Mira a tu alrededor e identifica cuáles son los malos hábitos de «patos» y reemplázalo por un buen hábito de «águila».

Enfocarnos en brindar una excelente atención a nuestros clientes y un amable a poyo a nuestro equipo son muy buenas prácticas. Evita a toda costa las quejas sin solucione y los comentarios negativos. Hazlo un cambio a la vez. Eleva tu liderazgo y pronto todos te veremos como el águila, en lo alto, en la cumbre

Eso es todo por hoy mis queridas águilas, se despide su amigo Juan Carlos Cano.

Chao Chao.

 

About Juan Carlos Cano

Juan Carlos Cano U. (1979) nació en Venezuela y ha tenido la fortuna de vivir en Venezuela, Colombia y Chile. Durante varios años fue docente de cientos de estudiantes de primaria, secundaria y de varias universidades de Colombia. Ha trabajado de la mano con miles de empresarios impartiendo temas de liderazgo, trabajo en equipo y finanzas personales. Su carrera como asesor de empresas y organizaciones la ha desarrollado en varios países de Latinoamérica. En el 2018 escribe su primer libro "Despertar Sin Deudas" que en solo una semana se posiciona en la lista de Bestseller de Amazon en Estados Unidos, España y México. En su ejercicio de más de 15 años como asesor de organizaciones y empresas en varios países ve con dolor como gran parte de las personas con quien interactua presentan serios problemas financieros, por ello decide escribir "Despertar Sin Deudas" y entregar al público en general una guía precisa y sencilla para salir del endeudamiento. Si tienes alguna pregunta para Juan Carlos puedes escribirle a director@despertarsindeudas.com

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